Son muchas las personas a las que su dentista debe extraerles una o varias muelas del juicio ya sea porque no han salido, lo han hecho de forma parcial o bien porque están ocasionando problemas.
En el caso de las muelas que todavía no han erupcionado suele usarse la cirugía lo cual implica realizar un corte en la encía y anestesia.
Tras la extracción de las muelas del juicio el paciente deberá seguir una serie de indicaciones durante las semanas posteriores a la extracción.
Tras la intervención es habitual sentir algo de dolor y la herida podría sangrar por lo que su odontólogo le aplicar una gasa que deberá ir cambiando.
Se recomienda tomar la medicación que el dentista le haya prescrito que suele ser antiinflamatorios y analgésicos, además de aplicar hielo sobre la mejilla. Hay que tener la cabeza levantada por encima de los pies y es recomendable usar varias almohadas para dormir.
En cuanto a la higiene oral deberá hacer una serie de enjuagues de boca con agua tibia y sal para evitar infecciones y mejorar la cicatrización de la herida.
Deberá seguir una dieta blanda hasta que cicatrice la herida, no conviene fumar si es una persona fumadora y no tomar alimentos con semillas o elementos de tamaño pequeño ni tampoco beber líquidos muy calientes.
Si sigue bien las indicaciones de su dentista no tiene por qué ocurrir nada y la recuperación será sencilla, pero si no lo hace podría producirse alguna complicación leve como puede ser vómitos, entumecimiento de la boca o un poco de fiebre, aunque no es lo habitual.
En algunos casos al pasar la lengua sobre le lugar en el que se encontraba la muela del juicio pueden notarse prominencias duras, si sigue notándolo semanas después de la extracción debería acudir a su odontólogo de confianza.