Ante de hacerlo un odontólogo profesional valorará la tonalidad que se tenga y otros aspectos para decidir qué tipo de blanqueamiento es más adecuado en cada caso.
El blanqueamiento por fotoactivación consiste en una sesión de menos de una hora en la que se protegerán las encías con una funda y se aplicará un gel blanqueante cuyos resultados serán más intensos gracias a la tecnología que se activa por la luz que incluye un ajuste de intensividad variable.
Para obtener un resultado todavía mejor se recomienda evitar durante 72 horas aquellas sustancias que puedan oscurecer los dientes para impedir que entren pigmentos antes de que le poro del esmalte se cierre.
Otro tipo de blanqueamiento que pueden aplicar los profesionales es el dental mixto el cual combina las técnicas de fotoactivación y las de los tratamientos que pueden realizarse en casa. Suelen aplicarse una tecnología avanzada junto a un gel recuperador dental y a un gel blanqueador. El dentista le indicará los pasos que debe seguir tras el proceso.
Por su parte el blanqueamiento interno es aquel que está recomendado para los dientes que se han oscurecido tras una endodoncia, es decir, tras haber matado el nervio. Su objetivo principal es devolver la tonalidad a un diente en concreto.
Dicho blanqueamiento puede aplicarse en dientes desvitalizados y se realiza en varias sesiones a través de un procedimiento indoloro y sin anestesia.
Respecto a los blanqueamientos que pueden realizarse en casa hay que hacerlo bajo la supervisión de un odontólogo. Para estos blanqueamientos hay que tomar unos moldes y confeccionar unas férulas de plástico transparente sobre las que se aplicará un gel blanqueador.